Un brindis por la salud de la obra del maestro
Fernán Escudero
Hoy se cumplen diez años del adiós a Chumy, Chumy Chúmez, Chumy Chúmez Chujov, Don Claudio, Pobre Chumy… José María González Castrillo (San Sebastián, 8 de mayo de 1927-Madrid, 10 de abril de 2003).
Maqueto en su tierra, extraterrestre en este planeta con superávit de bobos y solemnes. Desajustado en su medio, testigo de cargo de los absurdos crímenes de la estupidez humana. Y tan cachondo que lo mismo dibujaba un chiste que bailaba una bulería.
Amaba la vida tanto como odiaba el abuso de los poderosos sobre los débiles, pero no ignoraba la verdad genética de que todo hombre es un hermano lobo para el hombre; y para la mujer ni hablamos.
Salud en tu obra, Chumy, tus dibujos no van a morir nunca, siempre nos saludan como si se te acabaran de ocurrir hoy.
Y tus libros, para mí en especial Una biografía y Yo fui feliz en la guerra, son cada día más bellos.
Que no nos falte el sol de tu risa.
©fernanescudero_sobre humor gráfico y otros asuntos delicados 
Gracias, amiga, por este memorándum, Chumy fue y es para muchos de nosotros un motivo de vida, un retrato de todo aquellos rincones del interior de cada uno que no sabíamos desnudar, y que ni siquiera conocíamos. Gracias a Chumy. Le estoy viendo ahora mismo paseando un día cualquiera en el paseo de la Concha. Me abrazo a su memoria.
Gracias amigo por recordar conmigo. Cuanta razón tienes: fue, es y será.